20210904

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 Resulta realmente difícil (y posiblemente polémico) anteponer unas artes marciales a otras.

Afirmar que una es mejor que otra no es correcto, pues no existen artes superiores a otras, sino que todas son simplemente diferentes, cada una con sus ventajas y sus limitaciones. Las artes marciales que se van  a exponer en este artículo posiblemente sean, las idóneas para aquellos que se acerquen a este mundillo exclusivamente para aprender a defenderse , aunque en muchos otros aspectos marciales, como los citados en la introducción, pueden resultar muy pobres . Es normal, pues se trata de artes marciales muy especializadas, enfocadas hacia el entrenamiento eficaz y realista, lo que exige sacrificar muchos otros aspectos.


Sin profundizar en este tema, se puede afirmar que la estética y la espectacularidad (patadas aéreas, saltos, giros, acrobacias y otros refinamientos) resultan muy a menudo poco compatibles con la eficacia. En cuanto a la competición, tampoco suele resultar muy compatible con el realismo marcial, pues en cualquier país civilizado existen férreos reglamentos que prohíben las técnicas más violentas y peligrosas y una serie de medidas para suavizar el combate (protectores, descansos, categorías por pesos, etc.).

Se puede calibrar si el arte marcial que practicamos resulta especialmente útil para desarrollar una buena defensa personal, observando una serie de criterios. Si por ejemplo en las clases se incluye a menudo combate con ropa de calle (calzado, pantalones o faldas ajustadas, abrigos, etc.), si se aprende defensa contra armas (cuchillos, palos, pero también jeringuillas), si se entrena la defensa contra varios atacantes. Otro criterio es que el entrenamiento sea bastante científico, en el sentido de que no se atenga a tradiciones y a normas rígidas, sino que sea abierto y experimente de manera re alista las diferentes situaciones de pelea.

Comenzaremos comentando aquellas artes marciales más conocidas que estén más enfocadas hacia la eficacia en combate real, y por lo tanto hacia la defensa personal.

Los deportes de contacto en general (boxeo inglés, full-contact, kick/thai-boxing, savate), aunque esencialmente orientados hacia la competición, suelen preparar mejor para la defensa personal que muchas artes tradicionales.

Para empezar, porque desde el primer día se acostumbra a los alumnos a combatir con semi -contacto o contacto pleno, y por lo tanto a enfrentarse a situaciones de pelea bastante reales. El combate es de hecho “el pan de cada día” de un practicante de contacto. Y también porque se desarrolla especialmente el arrojo y la agresividad, algo fundamental para hacer frente a un ataque real pues, como se dice, el combate psicológico es a menudo el decisivo. Entre todos los deportes de contacto, el thai boxing resulta particularmente eficaz para el combate callejero, al incluir en su entrenamiento diario low-kicks (patadas a las piernas), rodillazos y codazos.

Pero todos estos deportes presentan a cambio una serie de desventajas de cara a la defensa en la calle: nunca se entrena contra armas, desconocen la lucha en el suelo, y acostumbran a sus practicantes a una serie de reglas de combate nada realistas (protectores, descansos, igualdad de pesos, técnicas prohibidas). Y no olvidemos que en la calle todo vale…

El Hapkido, arte coreano creado a mediados de este siglo, es una curiosa mezcla de Taekwondo y Aikido y se centra especialmente en el trabajo de defensa personal. Lo más interesante de este arte es que incluye en su arsenal técnico golpes en casi todas las distancias, desde las patadas largas hasta las luxaciones y barridos. A pesar de su origen oriental, no es un arte tradicionalista, sino que enfoca la defensa personal desde un punto de vista bastante científico. Pero a diferencia de los deportes de contacto, el Hapkido enseña tal variedad técnica que exige más años de entrenamiento para resultar plenamente eficaz en la calle. Aún así, su aplicación práctica es bastante más  rápida que la de su “hermano mayor” el Aikido, el cual requiere de mucho tiempo para poder ser utilizado para la defensa callejera.

Una variante japonesa muy cercana a la estricta defensa personal es el Tai -Jitsu, pariente lejano del JiuJitsu y del Judo pero que junto a las luxaciones y combate en el suelo incluye numerosos golpes. Al contrario que las artes anteriores, la historia del Tai-Jitsu se pierde en el tiempo, e incluso se sospecha que está al origen de artes como el Jiu-Jitsu. Fue redescubierto y codificado en el siglo XVI por un samurái llamado Nagao y hablando de Jiu-Jitsu, el famoso estilo brasileño de la familia Gracie, tan de moda en estos últimos años, es también un arte marcial tremendamente realista y eficaz, como se está demostrando en los torneos sin reglas de “vale todo” . De hecho, este estilo ha logrado revalorizar las artes de lucha, hasta ahora un tanto menospreciadas por las artes de piespuños.

Los puntos fuertes del Gracie Jiu-Jitsu es el combate en el suelo, los derribos, luxaciones y estrangulaciones. Pero también es cierto que en la calle muy a menudo uno no puede llevar al suelo al atacante, especialmente si este va armado con arma blanca, si hay más de un agresor o si estamos en sitios como cabinas telefónicas, ascensores, escaleras, etc.

En cuanto al Kung-Fu, este término comprende tal cantidad de estilos, la mayoría desconocidos en nuestro país, que nos limitaremos a destacar el Wing Chun, especialmente útil para defenderse en la distancia corta frente a amenazas de cuchillo o agarres.

Existen también unas pocas prácticas marciales muy especializadas en el tema de defensa personal, algunas de ellas especialmente desarrolladas para los cuerpos policiales o del ejército. Vamos a comentar las más conocidas, aunque en nuestro país resulta muy difícil encontrar un sitio donde las enseñen.

Un buen ejemplo de arte marcial especializado en la defensa personal es el Kravmaga, sistema recientemente creado en Israel por Imy Lichtenfeld . Israel es un Estado fuertemente, militarizado, debido a su estratégica situación geográfica y a su agresiva política interior y exterior, por lo que no es de extrañar que surjan ahí estilos marciales básicamente centrados en la defensa personal y en la eficacia por encima de cualquier otra cosa. El Kravmaga es en realidad una especie de síntesis de las técnicas más expeditivas y eficaces del Kárate, Jiujitsu, Kick boxing y boxeo inglés.

Trabaja especialmente las técnicas de defensa personal contra arma blanca, pero también de manera importante contra armas de fuego, sin duda debido a la violenta situación que se vive en ese Estado. Este arte incluye numerosas luxaciones, estrangulaciones, codazos, cabezazos, ataques a los ojos y a los genitales, estrategias de engaño, etc. Todo vale para sobrevivir.

Otro sistema de defensa marcial es el famoso CloseCombat (término inglés que significa: “combate de cerca” o “combate cercano”), desarrollado por el ejército norteamericano para enseñar a sus tropas de élite a defenderse sin usar armas. El principal objetivo de este sistema es anular al adversario lo más rápidamente posible y corriendo los menores riesgos; para ello se hace uso de cualquier técnica y arma natural, sin límite alguno. También entrena de forma intensiva la defensa contra armas, tanto blancas como de fuego.

Mención aparte merece un arte marcial muy especial como el Jeet Kune Do (JKD) de Bruce Lee. Éste, más que un sistema compuesto de técnicas predeterminadas, es una forma de pensamiento, investigación y constante progreso marcial para que cada uno vaya descubriendo y adaptando aquello que más le conviene.

La única norma del JKD es que no hay normas, y sus únicas leyes son la eficacia, la simplicidad y la economía. En la actualidad los practicantes de JKD están investigando especialmente artes como el Kali filipino, el thai-boxing, el Pencak silat y el Gracie Jiujitsu.

Puesto que el JKD no se centra en técnicas, sino en conceptos y atributos, para la eficacia callejera destaca la rapidez, el timing, la intercepción, los engaños, el control de todas las distancias, etc.

Resumiendo: más allá de estilos y escuelas, lo importante son las personas. Con esto se quiere decir que, si bien se han repasado las artes más orientadas hacia la defensa personal, no es menos cierto que muchos maestros de los estilos no citados (Kárate, Taekwondo, etc.) se preocupan por formar a sus alumnos en una defensa personal realista. Por eso se atreve a asegurar que lo importante no son los estilos, si no los instructores y el enfoque que den a sus clases, que es lo verdaderamente trascendental.

Eric Jalain

INFORMAR DE ESTE ANUNCIHapkido
Publicado: julio 10, 2009 en Artes MarcialesHapkido
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El hapkido es un arte marcial que combina las técnicas de defensa personal con la lucha cuerpo a cuerpo, dentro de la más pura tradición marcialista coreana y japonesa. Aunque su origen es reciente, u efectividad en el combate, así como su elevado código ético, la han convertido en la favorita para los cuerpos militares de élite de las naciones unidas.

El Hapkido es un sistema de autodefensa coreano que se especializa en el combate cuerpo a cuerpo de larga, mediana o corta distancia. Para ello, utiliza una técnica que se basa en cuatro elementos fundamentales: un 80% en la inmovilización de las articulaciones, agarres, proyecciones y lanzamientos, además de golpes con los puños y los pies. Sin embargo, no es un sistema que se fundamente en la fuerza física del contendiente, sino más bien en aprovechar ciertos principios físicos como el balance, el equilibrio, las palancas, ángulos y trayectorias.

En realidad, esta disciplina es una conjunción de lo mejor de varias artes marciales, como el Aiki-Jujutsu japonés (que es la base del Aikido), así como las disciplinas coreanas del Tae Kyon (base del Tae Kwon Do), el Kuk Sul Won y la lucha Cireum. Esta fusión de técnicas convirtió al Hapkido no sólo en un excelente método de combate corporal, sino también en un promotor de valores éticos como la humildad, la perseverancia, la fidelidad, el compromiso y la superación personal.

Choi Yong Sul nació en la provincia coreana de Chung Chong, el 20 de julio de 1904. Cuando apenas contaba con cuatro años de edad, Corea sufrió la invasión de tropas japonesas que conquistaron al país y lo anexaron a su imperio. Por esta razón, la familia de Choi Yong fue deportada al Japón para servir como esclavos del poderoso y prestigiado Sokaku Takeda. Este personaje era descendiente de samuráis y maestro de la escuela artemarcialista Dayto Ryu, cuyos orígenes se remontaban al siglo XI después de nuestra era.

En ese lugar, Choi Yong observaba los entrenamientos que Takeda daba a sus alumnos sobre un arte marcial llamado Aiki-jitsu. Durante esa misma época el fundador del Aikido, Ueshiba Morihei, también estudió con Takeda. Sorprendido por la efectividad y destreza desplegada en los combates, pidió al maestro que le enseñara la técnica, pero para ser aceptado como alumno se le exigió que adoptara un nombre japonés y abandonara sus costumbres coreanas. Una vez que aceptó las condiciones, el nuevo aprendiz tuvo que trabajar muy duro para aprender todos los secretos del Aiki -jitsu, y con el paso de los años terminó por convertirse en el más avanzado alumno de la escuela.

Cuando murió Takeda en 1943, su puesto indudablemente era para Choi Yong, que apenas acababa de cumplir los treinta años. Continuó como maestro del Dayto Ryu tres .años más, pero a consecuencia del fin de la Segunda Guerra Mundial y de la derrota del Japón, todos los esclavos fueron liberados. Entonces Choi Yong decidió regresar a Corea y fundar su propia escuela de Aiki-jitsu en la ciudad de Seúl. Sin embargo, también se interesó por aprender las tradicionales artes marciales coreanas que empezaban a resurgir después de mucho tiempo de opresión y clandestinidad. Gracias a su férreo entrenamiento y disciplina, logró dominar con bastante rapidez el Tae Kyum, el Kuk Sul Won y el Cireum, la popular técnica luchística coreana.

Nascimiento del Hapkido

Una vez concluido su aprendizaje, Choi Yong se dio cuenta de que todos los sistemas eran muy parecidos entre sí, sobre todo por los ataques con la pierna y los golpes de puño. Entonces se dispuso a combinar las mejores técnicas de cada disciplina fusionándolas en una sola. El propósito era desarrollar un método de combate corporal muy superior al de las otras artes marciales. El resultado final fue el Hap-ki-do, nombre que le dio su creador y que significa en coreano “el camino de la unión de la energía”.

A partir de 1948, Choi Yong se dedicó a enseñar el nuevo arte en su escuela de Seúl, pero como carecía de influencias o ambiciones políticas, nunca pudo impulsarlo a nivel nacional y quedó a la sombra del Tae Kwon Do, técnica que también era de reciente aparición. No obstante, quien lograría llevar al Hapkido a la cumbre de las artes marciales coreanas, fue un alumno de Choi Yong que se había destacado desde un principio: Ji Han Jae. Este maestro mejoró algunos golpes de puño e incorporó llaves y derribos proveniente s de disciplinas  como el Aikido, el Karate y el Judo, también incorporó muchas técnicas coreanas tradicionales del taekyon y del hwarangdo, a partir de las cuales más tarde se formó la esencia del taekwondo. En 1959 fundó la escuela oficial y a partir de ese momento el Hapkido adquirió las características que se conservan hasta nuestros días. También logró difundir la disciplina en toda Corea cuando en 1961 fue contratado por el gobierno para adiestrar a las Fuerzas de Seguridad Presidencial, cargo que conservó hasta 1979.

Combate Actual

Hoy en día, el Hapkido y el Tae Kwon Do son las dos artes marciales coreanas más difundidas en todo el mundo. Sin embargo, mientras que el Tae Kwon Do se fue convirtiendo poco a poco en una disciplina deportiva que compite en los Juegos Olímpicos, el Hapkido se mantiene como un auténtico arte marcial. Esta es la razón por lo que fue adoptado como sistema de auto-defensa para los cuerpos militares de élite de las Naciones Unidas y en algunas de las divisiones de infantería y marina norteamericanas.

El maestro Choi Yong Sul murió en 1987, pero Ji Han Jae todavía vive y enseña en California, Estados Unidos.

En el Hapkido existen tres principios básicos: hwa (la no resistencia), won (el movimiento circular) y yu (el principio del agua). El hwa se refiere a estar relajado y utilizar la fuerza del oponente en contra de sí mismo. Won es el concepto de alcanzar el momento y la energía naturalmente, con un movimiento circular; mientras que yu, despliega la fuerza y la energía de la forma en que el agua fluye y refluye.

Gaelo Gutierrez R

El entrenamiento del Hapkido es enérgico y exigente. Una típica sesión incluye práctica de técnicas, ejercicios de piso, prácticas individuales de las formas, formas libres de lucha y ejercicios para desarrollar la energía interior. Se incluyen lanzamientos moderados o contundentes, y técnicas de inmovilización de articulaciones derivadas del Aikijutsu. El entrenamiento se realiza en un dojang.

El Hapkido se ha convertido en una de las artes marciales más populares del mundo. Es practicado con frecuencia por fuerzas militares y policiales, como parte del entrenamiento de defensa personal y, los estudiantes de taekwondo, a menudo aprenden Hapkido para complementar su currículo. Los instructores de taekwondo normalmente tienen algún grado de Hapkido.

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