Las llaves de cuello nos ofrecen a menudo la posibilidad, si sabemos aprovechar las diversas maneras de resistir del adversario, de encadenar estrangulamientos y sobre todo llaves de brazo. Las llaves de cuello son úitiles contra el que resiste «en tortuga», o sea con los brazos plegados y la cabeza hundida entre los hombros, porque precisamente le obligan para zafarse, o bien a girar la cabeza, o bien a extender más o menos los brazos.
Es muy importante emplear estas llaves con precunción, ya que si su ejecución es demasiado brutal, dernasido rápido o demasiado fuerte, se corre el riesgo de provocar lesiones importantes, cuyas consecuencias pueden ser graves, yendo de la luxación de las vértebras cervicales hasta a la fractura de la columna vertebral por ruptura de los discos cartilaginosos intervertebrales.
Conviene pues una extrema prudencia y no emplear estas llaves hasta encontrarse ya en un grado avanzado del aprendizaje del arte del Judo. Debéis vigilar para conservar bien el equilibrio durante toda la ejecución del movimiento, que debe ser progresivo y sin discontinuidad, para no veros jamás obligados a tomar bruscamente un punto de apoyo suplementario e imprevisto en el cuello del adversario. Por su parte, éste debe tratar de disciplinar sus tentativas de zafarse, poniendo bien a propósito hombros, brazos y piernas como puntos de apoyo.
Dado el peligro que entrañan estas llaves de cuello, sólo deben ser aprendidas a partir del cinturón marrón.
Luxación de pie (fig. l7l).—En esta llave, el contacto determinante es el del pliego de vuestro codo derecho contra el lado izquierdo de la nuca del adversario.
Luxación del cuello (fig. 172).—Os encontráis en la posición para llave de brazo descrita en la figura 150. Colocáis vuestras dos manos en la nuca del
adversario. Vuestras muñecas y vuestros antebrazos se deben ahuecar en cuna para envolver lo más estrechamente posible el cuello y la cabeza del adversario. Sentados en equilibrio bien estable sobre el estómago del adversario, pie izquierdo apoyado atrás y pie derecho adelante, contra el costado izquierdo del adversario bajo su axila, ejecutáis con vuestros brazos un doble movimiento: de tracción de la nuca del adversario hacia arriba, y de torsión de su cabeza, hacia su izquierda, es decir, sensiblemente en la dirección de vuestra rodilla derecha levantada.
Luxación por elongación (fig. 173).—Es un complemento de la luxación de pie que hemos visto en la figura 171.
Luxación en inmovilización (fig. 174) .—Partiendo de la inmovilización descrita en la figura 107, dejáis respectivamente el cuello y el brazo derecho del adversario, y venís a unir vuestras manos en presa fundamental. Al propio tiempo, teniendo vuestras piernas suficientemente separadas para apoyaros, os balanceáis hacia adelante para bloquear la cabeza del adversario entre vuesiro brazo derecho por detrás y vuestro pectoral derecho por detante, contra la mejilla derecha del adversario. Vuestro brazo derecho aprieta entonces fuertemente «en corbata» detrás la nuca del adversario, que
ya tiene la cabeza muy girada a la izquierda. Continuáis entonces vuestro esfuerzo conjugado de los dos brazos de izquierda a derecha, y completáis esta rotación lateral arqueándoos hacia atrás para levantar la cabeza del adversario. Por tanto se produce a la vez torsión y elongación de las vértebras.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario