Enfrentarse a un cuchillo en una intervención real por parte de los agentes de la autoridad es realmente complicado por varios aspectos, si bien, los funcionarios policiales deben tener al menos unas nociones básicas para saber como defenderse de un cuchillo en la calle con técnicas policiales.
Cualquier ciudadano tiene la potestad de huir ante una amenaza grave para salvaguardar su integridad física, como es la que se produciría con un arma como un cuchillo. En cambio, el agente de policía tiene la obligación de ir al escenario donde se ha producido una agresión con cuchillo u otras armas, o defenderse ante una agresión en primera persona. Como vemos el agente tiene la obligación de intervenir.
El Estado como garante de la seguridad y de la integridad de los ciudadanos, dota de armas a los agentes para poder hacer frente a este tipo de agresiones, como es lógico los ciudadanos tienen prohibido tener armas para poder defenderse.
Desde el punto de vista legal, referenciamos el artículo 20 del Código Penal donde vemos los distintos eximentes penales, la legítima defensa, el estado de necesidad y el que obre en cumplimiento de un deber.
En ciertos momentos pudiesen concurrir los tres principios que afectasen a los agentes ante una agresión con arma, siendo reforzada, por el que dentro del estado de necesidad, el necesitado no tenga, por su oficio o cargo, la obligación de sacrificarse.
Desde el punto de vista operativo, saber como enfrentarse a un cuchillo en la calle utilizando técnicas policiales es muy complicado. El estado de ansiedad, que acompaña a este tipo de intervenciones, hace que nos paralice unos instantes ante la elección correcta para la respuesta precisa.
En primer lugar nos encontramos con:
- La urgente evaluación de la situación,
- Elementos y antecedentes que encontramos en el escenario,
- ¿Hay gente agredida? y que gravedad tienen las lesiones,
- Evaluación de la violencia percibida del agresor,
- La distancia con el agresor,
- La elección del arma correcta, bastón o arma de fuego.
Todo ello hace que la instrucción en defensa policial ha de ser muy rigurosa y con formación continua, puesto que pasados unos años desde la formación básica, impartida en distintas academias, se va difuminando si no hay una continuidad en la misma.
La enseñanza en este tipo de agresiones hace que tengamos claro que tiene que darse una formación integral, no haciendo áreas distintas entre las enseñanzas de defensa personal, instrucción de bastón policial y arma de fuego.
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